sábado, noviembre 04, 2017

Adolescentes en vacaciones

Adolescentes en vacaciones
A los adolescentes ya no les gusta salir de vacaciones con sus padres, menos aún si lo pueden hacer con sus amigos. Recuerde que en este momento priman los amigos y los grupos. De manera que cuando llega el tiempo de vacaciones o el verano puede haber una pelea monumental porque ellos querrán irse con sus amigos, no con su familia, pero, eso sí, usualmente con el dinero de los padres.
Es comprensible que los jóvenes quieran estar con sus amigos antes que con su familia. Las vacaciones son una época en la que pueden estar tranquilos de responsabilidades académicas y, por qué no, compartirla con sus iguales. Si hay algo que les dé mucha ilusión es precisamente eso.
Si usted cree que su hijo es lo suficientemente responsable como para viajar con sus amigos, permítaselo. Fije unas reglas de comportamiento y comunicación que deberán cumplirse, dejando claro que estos van a ser los determinantes de futuros permisos. Empiece a confiar en ellos en salidas cortas, de un fin de semana, por ejemplo, y vaya viendo qué tanto puede permitir y qué no.
Para que todo el gasto no salga de su bolsillo, dígales que aporten un porcentaje de sus ahorros a sus vacaciones. Esto es un gran motivante para promover este hábito.
¿Por qué surge el conflicto con los padres?
Porque los padres sienten que la familia se acabó. Ya no pasan tiempo juntos y hay una disgregación total de sus miembros.
Porque no saben qué puedan hacer sus hijos sin la presencia ni supervisión de ellos.
Porque temen que a sus hijos les vaya a pasar algo grave y que ellos no estarán allí para asistirlos.
¿Qué pueden hacer los padres?
No asumir que la familia se acabó. La adolescencia es temporal y sus hijos sí los quieren, solo que no desean pasar tanto tiempo con ustedes. Es normal, comprensible, y si se puede fomentar poco a poco, es una buena manera de hacerles responsables de sí mismos.
Hagan planes conjuntos que también tengan en cuenta las necesidades de los hijos. Estos se pueden negociar para promover que la familia siga disfrutando de pasar vacaciones juntos. También es cierto que algunas veces los adolescentes deberán acoplarse a lo que los padres decidan o lo que han hecho tradicionalmente en este tiempo.
Si los jóvenes tienen la posibilidad de pasar unas vacaciones agradables con sus amigos y cree que son lo suficientemente responsables, déjelos ir. Pídales que se mantengan en contacto cada tanto y tranquilícese. Son más los jóvenes que responden de manera adecuada a este tipo de permisos que los que terminan haciendo locuras.
Pídales a sus hijos que le dejen los números telefónicos del sitio donde estarán, y que le expliquen con quiénes irá, dónde queda, cómo se irá, etc., así usted estará más tranquilo.
Si ellos deciden no acompañarlos en sus vacaciones, déjeles los números telefónicos de donde van a estar, pídale a algún familiar que ocasionalmente los visite o los llame, y que esté disponible en caso de cualquier emergencia para asistirlos.
Para muchos jóvenes el hecho de que los dejen salir de vacaciones con sus amigos o, por el contrario, no ir con los padres y quedarse en casa es un gran acto de confianza de sus padres hacia ellos que no querrán estropear, de manera que la gran mayoría responde bien a estos permisos.
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