jueves, septiembre 08, 2005

LA MANIPULACIÓN

LA MANIPULACIÓN

Los manipuladores cotidianos son esas personas que pasan por nuestra vida imponiéndonos su visión del mundo y su forma de hacer y sentir. Esos individuos que se aprovechan de una relación estrecha y afectuosa para satisfacer sus necesidades, sin importarle en absoluto los sentimientos de la otra persona. Si ahora mismo echas una vistazo a tu alrededor, seguro que te encuentras alguno.

Todos somos manipuladores. En mayor o menor medida, todos hemos empleado en más de una ocasión las estrategias de los MC, especialmente en la infancia. Pero cuando estas técnicas se convierten en el modo predominante de relacionarse con las otras personas, cuando uno acaba preguntándose si aquello es una relación de pareja o de amistad, o simplemente un intercambio comercial, seguramente sea más que una estrategia pasajera.

Aquí tienes unas pequeñas pautas para conocer qué es la manipulación, cómo se hace para adoptar una actitud manipuladora ante la vida, y qué recursos personales puedes desarrollar para hacerles frente. Seguramente también te sean útiles las recomendaciones sobre el empleo de la asertividad para mantenerles a raya.


¿QUÉ ES?

Una persona intenta manipularte cuando te sugiere o dice lo que tienes que hacer de tal forma que se beneficie más que tú, cuando percibes amenaza o sientes miedo.

Si estás haciendo algo contra tu voluntad, tus principios, valores o metas, alguien te está manipulando. Se está aprovechando de ti.

La cuestión es especialmente preocupante cuando sientes miedo, culpa o vergüenza. Pero ten cuidado: Podrías estar manipulándote solo.

A lo largo de la vida nos encontramos con multitud de problemas. Algunos podemos resolverlos por nosotros mismos pero otros no pueden afrontarse sin ayuda de otras personas. Conseguirla es, en muchas ocasiones, difícil.

Aunque todos estamos más o menos dispuestos a echar una mano a una persona que tiene problemas, tenemos una disponibilidad limitada. Suele darse una dificultad adicional cuando quien se encuentra en el aprieto está convencido de que las cosas "deberían" ser como él piensa y los demás "deberían" forzosamente ayudarle a resolver el asunto. Se crea el caldo para la manipulación.

Para que haya manipulación es necesaria una relación asimétrica entre, al menos, dos personas. Es asimétrica porque una predominantemente da, y la otra predominantemente recibe, uno gana y el otro pierde. Aunque el manipulador puede ser siempre el mismo, no es infrecuente que el proceso sea cíclico, de tal forma que los papeles se alternen entre los dos integrantes de la relación.

Las tácticas que se emplean son asombrosamente simples, tanto que se pueden resumir en sólo tres estrategias generales: Amenazar, criticar o inhibirse. También son muy eficaces. El miedo, la culpa o la vergüenza que generan son capaces de movilizar a prácticamente todos los seres humanos en la dirección requerida por el manipulador, bien directamente, o bien como protesta ante su acción.

Suele ser difícil darse cuenta de que uno está siendo sometido a manipulación. Puede notar que se siente culpable, que está haciendo lo que la otra persona quiere por miedo, tener extrañas molestias físicas o incluso ataques de pánico... pero tal vez no descubra que están relacionados con que está renunciando a sus valores, principios y objetivos para satisfacer los de otra persona de su entorno.Un buen truco para detectar la manipulación y saber quién te manipula es analizar lo que sientes cuando estás con esa otra persona. ¿Miedo? ¿Culpa? ¿Vergüenza? ¿Aprensión? ¿Inseguridad? ¿Repulsión? ¿Pensar que eres un imbécil o un inútil? ¿Intenso afecto inmotivado? Una relación normal no debe producirte emociones negativas, todo lo más neutras, y sentimientos demasiado positivos (no de enamoramiento) con alguien a quien acabas de conocer son sospechosos.

También puedes analizar lo que haces. ¿Es eso lo que querrías hacer en ese momento? Si te pagan por ello, tienes una justificación. Pero este no suele ser el caso en los manipuladores, ya que si estuviesen dispuestos a gastarse el dinero que cuestan tus servicios no necesitarían aprovecharse de ti. ¿Es eso contrario a tus valores, principios, expectativas? Nadie hace algo contra sí mismo si no está muy presionado por el ambiente. Si es así, ¿a quién beneficia? Ese es el manipulador. Ese, o quien mueve sus hilos en la sombra


AGRESIVIDAD: ACTIVA Y PASIVA

Los manipuladores son muy inmaduros. No saben comportarse asertivamente, y resuelven sus problemas recurriendo a la conducta agresiva.

Hay dos formas de agresividad:

Activa: Emplean la amenaza o la violencia.
Pasiva: Mediante el sabotaje, o la inhibición y crítica/amenaza posterior.

Los manipuladores son personas inmaduras. No han alcanzado el suficiente desarrollo intelectual como para resolver los problemas de una forma creativa, no son capaces de sentir amor maduro por nada ni nadie, y aunque son muy capaces en reuniones amplias, tienen un importante déficit de la habilidad social básica para desempeñarse por la vida: La asertividad.

Una persona se comporta asertivamente cuando defiende sus derechos de una forma activa, pero sin pisotear los de los demás. Esto requiere una asunción de responsabilidad por el propio bienestar con tolerancia y respeto por los puntos de vista y metas de los demás, pero además una lucha activa para no ser pisoteado por quienes no son asertivos.

No vivimos en un medio asertivo. Nuestra sociedad se caracteriza por una competitividad feroz en la que se habla de derechos que no se respetan.

Ser asertivo cuesta mucho trabajo, y no siempre consigue que la persona se salga con la suya. Para triunfar en esta sociedad es indiscutiblemente más útil ser agresivo.

Las personas agresivas imponen su punto de vista, sus definición del problema, sus derechos o la satisfacción de sus necesidades, empleando estrategias que generan miedo, culpa o vergüenza. Puede ser de forma "relativamente" sutil a través del enfado, pero también mediante violencia física o verbal. Es una estrategia muy efectiva, pero si es demasiado explícita puede verse seriamente castigada por la sociedad.

La agresividad puede ejercerse de dos formas: Activa o pasiva. La activa es lo que todo el mundo entiende por conducta violenta. Se caracteriza por una actitud de pisoteo constante y sin escrúpulos hacia los derechos de las otras personas involucradas en el problema. Aquí el fin justifica los medios y se puede recurrir a instrumentos como el bate de béisbol, pero también a veces puede hacerse solapadamente "con una sonrisa en los labios" como sucede en las relaciones empresariales. Si no hay violencia física, es bien tolerada por el medio social.

La agresividad pasiva es mucho más difícil de detectar. Tradicionalmente se consideró que se producía en forma de sabotaje. Los trabajadores pasivo-agresivos eran aquellos que ponían todo tipo de trabas a las actividades de la empresa. Hay otra concepción, y es la secuencial: Personas que se comportan primero pasivamente, aparentando renunciar a sus derechos, y que cuando ven que el resultado no les es favorable se comportan de forma agresiva. Emplean, por tanto, primeramente la estrategia de "pasar", y posteriormente amenazan o critican.


LOS MANIPULADORES

No te vayas a creer que el mundo está dividido entre manipuladores y no manipuladores. Más bien podríamos hacer la distinción entre "quienes en este momento emplean estrategias de manipulación" y "quienes en este momento no están pudiendo resistirse a las estrategias de manipulación de los otros". Que yo sepa, todavía en ningún manual de criterios diagnósticos aparece tipificado como tal el de "Manipulador Cotidiano" (y el día que aparezca cierro el quiosco, os lo aseguro).

Pero aunque no se pueda decir de alguien que "es un manipulador cotidiano" como se dice de él que es alto o bajo, sí que hay personas que tienen más papeletas para comportarse de esta forma. Aquí vamos a conocer algo más sobre quienes suelen actuar así.

Empezaremos conociendo sus pautas comunicativas más habituales. Esas frases o expresiones que deben ponerte automáticamente sobre aviso de que estás sufriendo un intento de aprovecharse de ti.

Continuaremos conociendo sus estrategias un poco más profundas, sus principios o esquemas, lo que he llamado "sus recursos".

Y, para terminar, ¿qué mejor que sus puntos débiles? En rigor este punto casi no habría que decir nada, porque bastaría con escuchar lo que ellos dicen. Como proyectan sus fallos en los demás...


DETECTARLES: CÓMO LO HACEN


Como no saben ser asertivos y tienen un intenso miedo a fracasar, recurren a las estrategias agresivas y culpabilizadoras (no olvides, muchas van "con una sonrisa en los labios") para salirse con la suya.

Aquí vale casi todo, pero tampoco necesitan un repertorio amplio. Primero buscarán que te ofrezcas a resolver sus problemas y, si no lo consiguen, te irán apretando cada vez más hasta que cedas.

Dicen los psicólogos conductistas que la conducta se rige por sus consecuencias, reales o anticipadas. Vamos, como me gustaba decir a mí en el bachillerato (aquello del BUP sí que era bueno, no nos hacía falta reválida, no) "nadie hace nada sin motivo".

El motivo de quienes plantean una estrategia manipuladora en su relación para conseguir sus objetivos no es otro que el de tener el nivel más alto de probabilidad de éxito. Intentan garantizarse por todos los medios a su alcance la ausencia de fracaso, y el que en el caso de que sucediese los daños no les salpicasen.

Lo fundamental es la asunción de una estrategia no asertiva. Al no respetar las reglas del juego, e incluso permitirse el lujo de poder definirlas ellos, se sitúan en una situación especialmente cómoda a la hora de plantearse el éxito o el fracaso del intento en función del resultado. Al mismo tiempo, el hecho de que la resolución del problema la lleve a cabo la otra persona les provee de unas espaldas lo suficientemente lejanas como para soportar los golpes sin sentirse dañados. Y si por el contrario la cosa sale bien siempre estarán ellos allí para atribuirse el mérito.

Analiza lo que sientes cuando te relacionas con ellos. Cuando estás acostumbrado a tratarles, te das cuenta que la mayoría te producen alguno de estos sentimientos: Intenso deseo de ayudarles, miedo, culpa, vergüenza o sensación de vacío. Es fácil que...

Culpabilicen. Hacen ver a la persona de quien se quieren aprovechar que es culpable de todo lo que sucede.
Amenacen. Si no hace lo que ellos quieren, sufrirá las consecuencias.
Critiquen. Pueden hacerlo tanto por delante como por detrás, en cada una de las situaciones buscará objetivos diferentes.
Crean que los demás (o ellos mismos) son adivinos. Cuando uno no sabe, proyecta esa ignorancia en los demás y presupone que "deberían" saberlo.
Sean los únicos poseedores de la verdad.
Caigan muy bien (o muy mal) al primer contacto. Es muy extraño generar emociones muy intensas. Puede ser que el inconsciente se ponga en guardia.
Crean que los demás tienen que resolver todos sus problemas (los de ellos). Claro, así vive de maravilla. Que los demás se esfuercen, que ellos recogen los frutos.
No conversen: Impongan o se callen. Al no permitir hablar sobre la relación siente seguridad porque no se pone en duda la verdad, su verdad.
Se hagan la víctima. De esta forma inducen culpa en los que les rodean, y los motiva a cooperar.


SUS RECURSOS

Recursos de los manipuladores y estrategias para llevar a la práctica la manipulación son prácticamente lo mismo.

Proyectar sus aspectos negativos, criticar, difamar, enfadarse o ignorar, y eludir todo tipo de responsabilidades.

Como veis, nada nuevo.

No hace falta ser muy inteligente para convertirse en manipulador. Niños de año y medio ya son capaces de emplear las técnicas básicas, y hacia los siete años la inmensa mayoría posee el repertorio completo.

Cuando comenzábamos a hablar de la manipulación, planteamos que sólo necesitaban tres formas para hacerlo: Amenazar, criticar o pasar. Estas tres formas se relacionaban con las tácticas de comportamiento no asertiva: La agresividad, activa y pasiva, y la pasividad.

En las páginas anteriores nos hemos centrado en lo más visible de la manipulación: Cómo emplean las estrategias de comunicación para aplicar esas tres formas de manipular. Ahora, vamos a ver una serie de estrategias intermedias entre las tácticas no asertivas de comportamiento y la comunicación.

Las estrategias son de pocas clases, con distintos nombres y similares mecanismos de acción: Proyectar sus aspectos negativos, criticar, enfadarse o ignorar, y eludir todo tipo de responsabilidades.

Los medios que emplean para esto son:

El lenguaje implicacional: Traspasar la responsabilidad. Ya hemos visto algunos ejemplos de cómo se expresan haciendo que sean los demás quienes asumen la responsabilidad por ellos. A esto lo he llamado "lenguaje implicacional".

"Tú mismo". También se puede traspasar la responsabilidad inhibiéndose, dejando claro que es la otra parte quien tiene que actuar.

"Nunca" tienen nada que perder. Al no arriesgar en la relación, el que pierde siempre es el otro. Sí que tienen algo que perder: El esclavo.

La proyección: Atribuir a los otros sus características, intenciones, deseos... negativos.

Ignorarte. Una forma cruel de maltrato psíquico, en el que te minimizan hasta el máximo.

Enfadarse. Una de las técnicas más efectivas para hacer sentir culpa. Y de sentirse culpable a actuar de la forma deseada por el culpabilizador...

Son los amos de la realidad. Sólo su punto de vista es el correcto. Ya vimos qué hábiles son para definir las reglas.

La difamación: Contar historias negativas sobre la persona-objetivo.


SUS PUNTOS DÉBILES


Aunque parecen fuertes y poderosos, son como un decorado de cartón piedra.

Sus puntos débiles son:

· Su historia de aprendizaje deficitaria con malos tratos o abandono.

· Muy inseguros y con baja autoestima, aunque lo ocultan.

· Temor a la evaluación social.

Tienen una historia de aprendizaje deficitaria: Ellos pueden haber sufrido malos tratos físicos, psíquicos o abandono precoz, sea físico o emocional. Tal vez perdieron a la madre demasiado pronto (o esto sucedió en dos generaciones anteriores), o quizás uno de sus padres tenía un trastorno grave de personalidad, o sufrieron otras experiencias traumáticas. Puede que simplemente fuesen ese hijo o hija al que sus padres nunca hicieron demasiado caso, o a quien cargaron con responsabilidades antes de tiempo.

Cuando intentas hablar de emociones con ellos tienes una sensación como "de vacío". Aunque socialmente parezcan encantadores, o por lo menos educados, si los sacas de los tópicos no saben hablar de sentimientos positivos, porque en su infancia, o bien no hubo nadie que pudiera enseñarles, o lo único que pudieron adquirir fue miedo, un miedo visceral y atroz que les consume por dentro. Por supuesto, lo negarán y proyectarán.

No es que no hayan tenido historia de aprendizaje: La vida pasa por igual para todos. Lo que sucede es que nadie les ha enseñado valores como la tolerancia, el respeto al otro o el amor no comercial.

Les falta confianza en ellos mismos. Aparentan una autoestima de la que carecen. Son personas muy inseguras. Se sienten incómodos en todo tipo de relaciones, así que proyectan en los otros esa inseguridad y la compensan intentando hacer ver que sólo ellos son los que tienen la verdad.

Muestran intolerancia, dogmatismo, crítica destructiva e incluso agresividad física y verbal cuando su posición parece verse amenazada. Y también un deseo casi compulsivo de enterarse de todo para que la situación no se les escape de su control.

Sienten miedo ante la evaluación social. Necesitan dar una buena imagen. La inseguridad les lleva a ser muy temerosos en sus relaciones sociales. Aunque aparenten todo lo contrario, tienen un miedo atroz a la evaluación y se ponen nerviosísimos cuando se encuentran en un medio social amplio.

Temen al ridículo como a la peste, y cambian por completo cuando están rodeados de otras personas, al menos al principio. Después evitan activamente estas situaciones, y para justificarse se “indisponen” por cualquier cosa cuando se encuentran en una de ellas y juran no volver más, o bien vuelven a utilizar su proyección favorita y están constantemente criticando los errores que cometen sus personas significativas.




SUPERVIVENCIA


Una vez que sabemos qué es la manipulación, quiénes son los manipuladores cotidianos y cómo se comportan, lo que nos queda es aprender cómo hacerles frente.

Para afrontar las relaciones con los manipuladores cotidianos hay que seguir unas pautas que podemos sintetizar de esta forma:

· Conocer los propios puntos débiles y reforzarlos. Las carencias del manipulador están en unos puntos. Las del manipulado en otros. ¿Cuáles?
· Tomar la decisión de modificar la relación, a sabiendas de que va a suponer un esfuerzo considerable.
· Mantener abierto el canal de la comunicación: Que no te cuelguen el teléfono.
· Aprender a ser asertivos, tanto mediante técnicas de buena fe como defensivas.
· Plantearse la supervivencia a la agresividad, sea activa o pasiva, como el mayor problema.
· Recurrir a todas las posibilidades que permita el sistema legal para enfrentarse a la agresión.
· No empeñarse en intentar cambiarles. Son así, y tendrán que convivir con su inseguridad. No hay que ser salvador de nadie, sólo compañero.
· Tener siempre presente la posibilidad de romper la relación, y ejercer ese derecho en el caso en que sea necesario.


TUS PUNTOS DÉBILES

Antes de enfrentarte a ellos tienes que tapar tus puntos débiles, aquellas vulnerabilidades de las que se aprovechan para dominarte.

Básicamente son:

· Baja autoestima.

· Ser tan manipulador como ellos: Inseguridad, carencias afectivas, ansiedad ante la evaluación social...

· Miedo: A pérdidas emocionales y físicas.

Aunque cualquiera puede ser víctima de manipulación, hay personas más proclives a ello. Para sobrevivir a los manipuladores, es útil detectar el punto débil que les ha permitido apoderarse del control sobre la vida de la otra persona en una o varias de las áreas importantes.

Los puntos débiles suelen estar relacionados con la baja autoestima, la necesidad de aprobación, y el miedo a la posibilidad de perder el contacto con la otra persona, los hijos o los bienes comunes.

Hay que prestar especial atención a:

LA AUTOESTIMA: Si te valoras en base al juicio de los demás, tienes tendencia a centrar la evaluación de tus acciones en los puntos negativos o te quieres poco, es probable que seas un objetivo fácil.

LOS RASGOS TÍPICOS DE LOS MANIPULADORES: A menudo las relaciones humanas son una batalla campal entre dos personas por el control. La presencia en el presunto manipulado de carencias afectivas, preocupación excesiva por la opinión de otras personas en relación a sus actos, baja autoestima, proyección o actitud agresiva son también puntos clave.

EL MIEDO A LA PÉRDIDA: Los manipuladores cotidianos establecen relaciones en las que arriesgan poco. Normalmente es la otra persona quien soporta el peso del vínculo, tanto en términos afectivos como económicos. De esta forma se sitúan en una posición de poder, al tener menos que perder que la otra parte ante la ruptura de la relación. Es casi seguro que el manipulado tenga miedo a la ruptura por todo lo que ha arriesgado en el proceso.

Basta con una de estas características para ser un manipulado en potencia. Y, ¿quién no está en una de las tres situaciones? Cuando das con una persona que quiere salirse con la suya a toda costa porque es la única forma de resolver su inseguridad, aunque tengas una autoestima normal te la irá minando hasta que caigas; aunque no emplees estrategias de manipulación te irán imponiendo su estilo de comunicación hasta que sólo sepas hablar mediante indirectas, "comentarios inocentes" y sugerencias. Y prácticamente todas las relaciones que establecen son asimétricas en cuanto al reparto de cargas. Cualquiera es, o puede ser, manipulador o manipulado.


ENFRENTARSE A LAS DEBILIDADES

¿Qué hacer para fortalecer tus puntos débiles de tal forma que sea difícil o imposible utilizarlos para aprovecharse de ti?

Puedes necesitar ayuda profesional.

· Autoestima: ¿Estás seguro?

· Manipulación: ¿Por qué salirme siempre con la mía?

· Pérdida: Aceptación.

Antes de resolver los problemas interpersonales hay que abordar los intrapersonales. Los manipuladores se han aprovechado durante mucho tiempo de los puntos débiles de sus víctimas y sus ataques van a incidir en ellos cuando encuentren resistencia. Por eso es importante reducir al máximo esos puntos.

A veces es imposible hacerlo por uno mismo y hay que recurrir a ayuda profesional. En muchas ocasiones no es necesaria una psicoterapia amplia, puede bastar con unas pocas sesiones con objetivos específicos. Y el apoyo del profesional en muchas ocasiones es un punto favorecedor para afrontar los ataques posteriores del manipulador. Además, es muy importante detectar la presencia de trastornos de personalidad o patologías como la esquizofrenia o trastornos del estado de ánimo.

Si lo intentas por ti mismo, comienza por deshacerte de la autovaloración negativa. Tú no eres ni bueno ni malo. En todo caso, lo son tus acciones. No eres una persona exitosa o fracasada, haces cosas que salen mejor o peor, no puedes ser juzgado como persona ni por un juez, aunque sí algunas de tus acciones. Aciertas y te equivocas como cualquier otro, incluido tu manipulador.

Suele ser útil que anotes todas las cosas que van en contra de esa autovaloración que te está causando problemas. Esto te ayudará a convencerte de que eres como cualquier otra persona. Y no dejes de buscar ayuda profesional si no lo consigues por ti mismo.

Si te percibes como una persona manipuladora recuerda que no lo eres. Sólo empleas técnicas para salirte siempre con la tuya. Pregúntate ¿por qué? ¿estoy con esa persona por amor o sólo para que me mantenga física o emocionalmente? ¿Soy compañero, acompañante o esclavo? Dejar de comportarse manipuladoramente requiere un punto de madurez personal, aprender que amar no es exigir sino respetar a la otra persona tal y como es, y comprender que sois compañeros en un camino que no se sabe hasta dónde llegará.

Si tu punto débil es el miedo a la pérdida tendrás que preguntarte si temes al abandono emocional o a que te quiten todo aquello que diste más que la otra parte en la relación. En el primer caso se trata de un problema de aceptación; en el segundo, de darse cuenta de que eso es el fruto de errores pasados cuyas consecuencias hay que asumir y de una configuración injusta y parcial del medio social, hoy por hoy inmodificable.
MANOS A LA OBRA


Después de resolver tus problemas intrapersonales le toca el turno a los interpersonales.

Objetivo: Reequilibrio del poder en la relación, de tal forma que el reparto de cargas sea equitativo. Esto hace desaparecer la necesidad de manipulación.

Problema: Tienen demasiadas razones para no querer bajarse del burro.


Una vez controlados los problemas interpersonales que llevan a ser víctima fácil de los manipuladores hay que renegociar la relación de tal forma que las cargas sean similares para uno y para otro y el reparto de poder sea equitativo de tal forma que las decisiones se tomen por un consenso en el que es fundamental el punto de vista de ambos miembros.

Enfrentarse a una persona que se ha colocado en una situación cómoda en la que ostenta la mayor parte de poder en la relación, realiza las tareas menos peligrosas y consigue que los demás resuelvan sus problemas al mismo tiempo que se ha apoderado del control de todo lo que puede suponer autonomía para la otra parte, es un proceso difícil por varias razones:

· El manipulador tiene la sartén por el mango. Haga lo que haga la otra parte siempre va a ir en su beneficio.
· No permite comunicar o negociar sobre su posición de poder. Las únicas interacciones no prohibidas en la relación son las relativas a los incrementos de dominio por su parte.
· Emplea una comunicación muy indirecta, con lo que resulta difícil poder plantear una estrategia asertiva o de negociación en el caso de que se aviniese a hablar (usualmente esto sólo sucede en presencia de terceros).
· No tiene ningún problema en utilizar estrategias de chantaje emocional, acoso emocional o incluso violencia física o verbal en el caso de que vea cuestionada su posición de poder.
· Busca los puntos débiles de la otra persona (que conoce a la perfección) y aunque se encuentren reforzados intenta entrar por allí.
· Ha desacreditado socialmente a la otra persona, de tal forma que es difícil que pueda conseguir apoyos exteriores.


HABLAR O NO HABLAR

Cuando ven amenazada su posición de poder "cuelgan el teléfono": No permiten mantener comunicación con la parte dominada. Puedes...

· Sacar el tema delante de terceros.

· Ir soltando "pequeños comentarios" como hacen ellos.

· Contar una parábola.

· Abordarlo en una de las escasas situaciones en las que el manipulado tiene poder.


Hay pocas cosas más desagradables que finalizar una conversación telefónica sin despedirse. Cuando te cuelgan el teléfono en medio de una conversación porque la otra persona no quiere escuchar lo que le vas a decir es difícil que no te sientas fatal.
Aunque colgar el teléfono (no dejar hablar a la otra persona) es más una técnica de chantaje emocional que de manipulación, es lo primero que utilizan los manipuladores cotidianos cuando ven que se va a cuestionar su forma de poder o van a tener que enfrentarse a algo nuevo. Si las cosas se les complican suelen combinarlo con el enfado, que actúa como poderoso inductor de culpa en la otra persona, o también como generador de agresividad que les serviría para hacerse aún más la víctima. Pero aquí ya salimos de pleno de la manipulación para entrar en el terreno del chantaje.

Si quieres empezar a resolver tus problemas con tus manipuladores cotidianos tendrás que luchar por tener una relación equitativa, tanto si te hablan o te escuchan como si no. Lo más funcional es lograrlo mediante un proceso de negociación que a veces puede ser tan encubierta e indirecta como la misma comunicación que ellos utilizan.

No hay trucos para conseguir que se avengan a conversar en la intimidad. Algunas pequeñas estratagemas para conseguir que no te cuelguen el teléfono son:

· Plantear el tema conflictivo cuando se encuentre delante una tercera persona. Pero ten cuidado: Las madres suelen apoyar a sus hijos por muy miserables que sean.
· Dejarle que plantee otra conversación de las suyas, con sus sugerencias sobre lo que hay que comprar, lo mala que es tu madre o lo bien que hace las cosas, y expresar algún comentario indirecto (ahora uno, en dos minutos otro...) sobre el tema que tú quieres tratar.
· Recurrir al empleo de parábolas. Cuentan en la Biblia que Jesucristo contaba pequeñas historias para ejemplificar sus enseñanzas, y que de esta forma quedaban mejor grabadas en las personas que le escuchaban. Tal vez no puedas hablar de lo que te ha hecho, pero sí de lo que le ha sucedido a tu vecina, a su madre, a tu cuñado, a... Cuando yo he utilizado esta técnica, lo he hecho inventando contenidos con personajes reales. Seguramente no se den por aludidos, pero tiene su utilidad.
· Abordarlo en una situación en la que tú tienes el poder. Por ejemplo, mientras conduces y ellos van sentados cómodamente de pasajeros en el asiento delantero derecho. En ese momento no pueden utilizar el chantaje porque afectaría a la capacidad de concentración del chófer y tener un accidente, y no existe la posibilidad de escapar del coche en marcha ni ponerse a conducir porque se le caerían los anillos. En una situación así pierden buena parte de sus privilegios.


ASERTIVIDAD DE BUENA FE

Los intentos de afrontamiento pasan por recuperar el respeto hacia la persona del manipulador que se había perdido en la relación. Una vez superados los puntos débiles interiores, toca enfrentarse a los exteriores.

Esto se hace mediante técnicas asertivas: Si no cuelgan el teléfono, basadas en la negociación y expresión de los propios sentimientos para que el manipulador tome conciencia del efecto que su conducta produce en sus "seres queridos".

El afrontamiento de los problemas con los manipuladores tiene que hacerse siendo asertivos: Luchando por defender los propios derechos sin vulnerar los de la otra persona. Cuando no cuelgan el teléfono y permiten la comunicación directa es posible intentar un proceso de negociación que lleve a un compromiso viable. Cuando cuelgan el teléfono y la comunicación se vuelve imposible, se pueden emplear las técnicas asertivas "defensivas", que son las que permiten mantener la integridad ante los ataques de la parte manipuladora.

¿Por qué no siempre se obtiene éxito con las técnicas asertivas?

Pueden estar en una situación de poder. Si van subidos en el burro no van a tener ninguna prisa por bajarse.

Que generen tanto miedo que cuando se ponen "en plan" bloqueen a la otra parte que traga con tal de no sufrir sus amenazas o su ira.

Que sean más que simples manipuladores y entren en la categoría de "trastornos de la personalidad" del DSM-IV.

Los "cuelgues de teléfono". Que no dejen que la otra parte comunique.

Veamos cuáles son las técnicas asertivas DE BUENA FE:

INTENTAR LLEGAR A UN COMPROMISO VIABLE

Aunque con los manipuladores suele ser muy raro, en ocasiones se llega a una situación en la que tan legítimos son los derechos de la otra parte como los tuyos. En este caso, habrá que negociar hasta llegar a una solución que sirva a las dos partes. Se trata de ganar de un lado y perder de otro. Eso sí, sin vulnerar el respeto que sientes por ti mismo.

ESCUCHAR LA INFORMACIÓN QUE DAN SOBRE ELLOS MISMOS

Uno de sus puntos débiles es la falta de confianza en sí mismos, y la necesidad de aceptación por parte de las otras personas. Si atiendes a todo aquello que no supone intento de aprovecharse sino revelación sobre ellos mismos, es más probable que se sientan comprendidos y presionen menos para salirse con la suya. Además, podrás mantener conversaciones sin entrar en colisión por objetivos diferentes.

INFORMARLES SOBRE CÓMO TE SIENTES ANTE SUS ATAQUES

Aunque en ocasiones pueda suponer darles una cierta ventaja, informarles de que te están haciendo daño sin culpabilizarles les confronta con su propia estupidez. Es como decirles "no quiero ser como tú, prefiero respetar a las otras personas". Tal vez se pongan todavía más agresivos o aparenten crecerse, pero es posible que percibas cómo algo se tambalea en su interior


ASERTIVIDAD DEFENSIVA

Aunque no te dejen hablar, siempre vas a tener una oportunidad de demostrarles que ya no estás dispuesto a dejar que te pisen.

No pueden pasarse la vida sin criticarte a ti o a tus seres queridos. Esperan atemorizarte al hacerlo y salir reforzados en su creencia de que siguen teniendo el poder en la relación.

¡Pero no saben que ya conoces las técnicas asertivas defensivas! Poco a poco irás dominándolas y así conseguirás sobrevivir (aunque habrás pasado un poco de miedo...)

PERSEVERANCIA: EL DISCO RAYADO

¿A que te das por vencido cuando te imponen algo? ¿A que eres incapaz de decirles que no aun cuando ves que lo que están haciendo es injusto contigo?

Un viejo truco: Repetir una y otra vez lo que quieres, sin enojarte, irritarte, ni levantar la voz. ¡Y sin dar explicaciones o excusas, que te culpabilizarían! No debes temer acabar sonando como un viejo vinilo rayado. De esta forma les das a entender que no estás dispuesto a dejar que te pisen, y al mismo tiempo impides que cambien el tema de conversación para llevarte a su terreno.

LA RAZÓN PARA LOS TONTOS: EL BANCO DE NIEBLA

Esperan que te defiendas para poder atacarte más y más. Te critican injustamente para que te justifiques, con lo que implícitamente les estás dando la razón (el que se pica ajos come), o para que les respondas con otra crítica y les des pie a ponerte de vuelta y media.

Ni te defiendas ni contracritiques. Simplemente, escucha lo que te dicen, reconoce que pueden tener razón, no niegues lo innegable y expón tu punto de vista. Puede parecer que estás bajándote los pantalones y que tragas con todo, pero es otra forma de confrontarles con su propia estupidez. Cuando no reaccionas de la forma que esperan es fácil que se desinflen tras insistir un poco en lo mismo.

Esto es lo que David Burns llama la "técnica desarmante". Primero, le dices que tiene (o puede tener) razón en lo que nos dice, pero piensas de otra manera que le expones inmediatamente. Así, le comunicas que efectivamente has escuchado su mensaje pero que no estás dispuesto a renunciar a tus derechos porque a ellos les parezca que tienes que ser su esclavo.

CUANDO TE PILLAN EN UNA METEDURA DE PATA: LA ASERCIÓN NEGATIVA

¿Y si "realmente" has hecho algo mal? ¿Si has vulnerado los derechos de otra persona (sin darte cuenta, porque si ha sido deliberadamente será que nos hemos pasado al otro bando) y ellos se dan cuenta o son las víctimas? ¡Menuda te espera!

Ellos no asumen los errores: los proyectan en los demás. Si además encuentran que el otro ha cometido un fallo, les pones en su situación favorita: criticar, criticar y criticar. ¿Qué hacer cuando no hay escapatoria? Pues lo que ellos nunca harían.

Reconoce el error e incluso criticate a ti mismo. "¡Qué increíble error por mi parte!" Al mismo tiempo, tendrás que hacerle ver con tu actitud que el mundo no se acaba porque te hayan ganado la etapa en la misma línea de meta o seas el que menos vende en la tienda.

BUSCAR EL ÁREA DE CONFLICTO: LA INTERROGACIÓN NEGATIVA

Al igual que no debes tener reparos en reconocer que te confundes un montón de veces a la semana, tampoco debes tenerlo para explorar más profundamente el conflicto con esa persona. Así, cuando te critica le puedes pedir aclaraciones, como diciendo "vamos a ver qué es lo que no te gusta de mi comportamiento" mientras sigues asumiendo que el mundo no se acaba porque no le guste lo que haces.


ANTE LA AGRESIÓN ACTIVA

Cuando una persona emplea la agresión activa es porque se ve tan indefensa que no puede salir de otra forma (el toro en la plaza) o porque es tan evidente que no tiene razón en su demanda que nadie le haría caso de otra forma.

La agresión activa puede ser psíquica (chantaje emocional, acoso) o física (violencia).

Las estrategias de afrontamiento pasan por capear el chaparrón de una forma asertiva (si no eres capaz de romper la relación).

De entre los tres tipos de comportamiento no asertivos, el agresivo puro es el más peligroso por el evidente riesgo de daño físico. Son personas que constantemente amenazan con la agresión, el abandono, o incluso hacerse daño a ellos mismos si no se hace lo que quieren.


a) MANEJO DE AGRESIONES Y AMENAZAS


Si sufres agresiones físicas denúncialo ante la autoridad competente. Aunque no sirva para nada le haces ver que no te vas a quedar con los brazos cruzados. Es posible que después repita las agresiones. Tendrás que repetir la denuncia y dormir con un ojo abierto, pero total... ya lo haces ahora.

Ante las amenazas, emplea técnicas asertivas. La mejor, el banco de niebla. También son útiles, según momento, la interrogación negativa y la auto-revelación.
Si tienes mucha confianza en ti mismo puedes probar a responderles de forma verbalmente agresiva (¡sólo en una o dos ocasiones!). La mayoría de las veces son sujetos que se crecen porque la otra parte no se defiende. Pero tienes que tener la absoluta seguridad de que puedes controlar la situación, porque las agresiones pueden incrementarse en un principio, o hacerte aparecer como el atacante.


b) TU COMUNICACIÓN

No llevarles la contraria directamente, ni criticarles. Son muy útiles la aserción negativa y la interrogación negativa. Si es un cliente o alguien con quien no vas a tener demasiada relación posterior aguanta el chaparrón empleando el banco de niebla y deja que se marche. Si en vez de ser asertivo te callas, asumirán que han ganado.

No les digas lo que tienen que hacer. Son tan inseguros que cualquier comentario sobre su comportamiento lo van a percibir como una crítica y se van a poner en el disparadero. Escúchales y deja que asuman las consecuencias de sus acciones.


c) TU POSTURA PERSONAL

Analiza sus comentarios. ¿Son ciertos o no? Lo más probable es que sean mentiras, o partes tomadas por el todo y sacadas de contexto. Y si son ciertos, ¿hay que ponerse así para resolverlo? A veces, es útil pensar que Son tan irracionales que sólo saben conseguir lo que se proponen a base de gritar, insultar, amenazar o pegar y lo más probable es que sólo sepan decir tonterías con apariencia lógica.

Si tienes una relación rompible con ellos, no te cortes: Corta. No van a cambiar. Bueno, tal vez sí: a peor. Si no puedes cortar, reconsidera la posibilidad no vaya a ser que te hayas equivocado.

Ten resignación cristiana: Si no rompiste con ellos en su momento, no dudes que vas a tener el infierno en vida. Disfruta lo que puedas con quien puedas, y no te preocupe pecar (en aquello que no vulnere los derechos de otros) que ya bastante penitencia vas a llevar acumulada en tus años de existencia.

Como te va a matar a palos o a disgustos, ten preparada una especie de carta, cinta de vídeo o testamento en el que se detalle por qué te marchas antes de tiempo. Recuerda que la última voluntad de una persona va a ser creíble para todo el mundo. Somételes al mayor de los ridículos cuando ya no puedan hacerte nada.



ANTE LA AGRESIÓN PASIVA

La agresión pasiva es una modalidad sibilina y a veces casi imperceptible de manipulación. Son personas que no se atreven a atacar de una forma directa, y entonces recurren a los subterfugios.

Agresión pasiva se asocia a manipulación y chantaje emocional, y muchas veces también a violencia, pero en el otro sentido. A veces, las conductas violentas son una respuesta "habitual" ante situaciones sostenidas de agresión pasiva.

El afrontamiento pasa por ser asertivos (si no puedes romper, naturalmente).

La agresión pasiva se produce sin violencia visible, pero muchas veces es tanto o más dañina que la activa. Y más si pensamos que muchas veces ambas van combinadas. ¿Qué hacer? Básicamente se trata de ser asertivos y resistir la tensión en forma de chantaje emocional que te van a producir.



a) MANEJO DE AGRESIONES Y AMENAZAS:

Emplea las técnicas asertivas, según sea la forma de actuar de la parte manipuladora. Si es agresiva, las defensivas y si pasiva, las de buena fe.

No te des por aludido si no hay una amenaza directa. Es la mejor forma de que se vean obligados a plantear una petición también directa.

b) TU COMUNICACIÓN

Cuando empleen frases como "tú mismo", "como quieras" u otras que realmente tienen la intención de que hagas lo que ellos quieren, hazles caso. Interprétalas literalmente y haz lo que tú quieres.

Atiéndeles cuando se comportan de una forma civilizada, deshazte en elogios cuando sean capaces de negociar para llegar a un compromiso viable que beneficie a las dos partes...

Aprovecha las raras ocasiones en que parecen normales y comprensivos para contarles historias sobre individuos que conoces (reales o imaginarios) de las que se pueda extraer una moraleja sobre vuestra relación. Puede que se den cuenta de que se están pasando, aunque más tarde lo utilicen como argumento para atacarte.

Cuidado con las contracríticas: Es mejor que trates el tema de una forma aversiva, que contraatacar. ya que pueden desmoralizarse (ojo, que pueden amenazar hasta con suicidarse) o que cambiar el tema y crecerse. Debes estar preparado para las dos cosas, y saber que si se suicidan no ha sido culpa tuya y lo otro... bueno, pues una más.

c) TU POSTURA PERSONAL

Reza para que no les dé por denunciarte por malos tratos físicos, psíquicos o de pensamiento, que estos son capaces de todo por conseguir dinero. De todo lo que puedas, guarda los justificantes (hasta de la ORA del coche), que nunca sabes qué defensa vas a tener que emplear.

Ten fe en la asertividad. No para ellos, sino para ti. Si eres asertivo, es milagrosamente posible que sigas creyendo en ti mismo a pesar de todas aquellas críticas que escupan por la boca.

Si no quieren hablar contigo, no te preocupes. En lo que no hablan no critican ni proyectan nada.

No te creas lo que dicen. Aunque parece creíble, cometen con mucha frecuencia el error de tomar una parte por el todo, y lo aprovechan en su propio beneficio. Es casi imposible que seas tan mala persona como te quieren hacer creer.

Si tienes una relación rompible con ellos, no te cortes: Corta. Es poco probable que cambien a mejor. Te van a poner verde, te harán aparecer como el malo de la película y si tienes vínculos contractuales con ellos te sacarán hasta la última peseta, pero vale más pobre que amargado de por vida. Si no puedes cortar, reconsidera la posibilidad no vaya a ser que te hayas equivocado. Y prepara las espaldas, porque van a convencer hasta a tu madre de que has sido un miserable aprovechado.

Disfruta lo que puedas con quien puedas, y no te preocupe pecar (en aquello que no vulnere los derechos de otros) que ya bastante penitencia vas a llevar acumulada en tus años de existencia.

Como te va a matar a palos o a disgustos, ten preparada una especie de carta, cinta de vídeo o testamento en el que se detalle por qué te marchas antes de tiempo. Recuerda que la última voluntad de una persona va a ser creíble para todo el mundo. Somételes al mayor de los ridículos cuando ya no puedan hacerte nada.